Cómo cocinar un asado argentino
Cómo cocinar un asado argentino
Argentina es conocida en el mundo por la calidad de su carne y su forma tan sabrosa de prepararla. Uno de sus platos estrella es, de hecho, el asado argentino. En este país existe hasta un ritual en torno a este plato. Los domingos llevan a cabo este acontecimiento gastronómico, al que se unen tanto familiares como amigos y que acaba con un aplauso final. Aunque es cierto que según la región se cocina de forma distinta, hoy te vamos a dar algunos consejos para cocinar un asado perfecto.
Lo fundamental es contar con todo lo que se necesita: una buena parrilla, carne de calidad, carbón, etc. No se trata de colocar la cerna al fuego y listo, hay que tener paciencia y poner atención en lo que se está haciendo.
Compra la carne que prefieras, puede componerse de distintas piezas como chuletas de cordero, salchichas, morcilla, pollo, chorizos, chuletas de cerdo, costilla de res delgada…
El asado permite la variedad y la creatividad de sus componentes. ¡Al final todo es una cuestión de gusto personal! Lo importante es que se calcule medio kilo de carne por invitado, sin tener en cuenta los chorizos, en caso de que vayas a añadirlos.
Para seguir la verdadera receta de la pampa argentina, antes de empezar el fuego, prepara una salsa del famoso chimichurri, un aderezo exquisito para acompañar la carne. Para ello necesitarás una ramita de perejil, unos 6 dientes de ajo, pimentón rojo y ají molido. Una vez lo tengamos todo picado, añádele un chorrito de aceite de oliva y unas gotitas de limón. ¡Ya verás que sabroso te queda!
Podemos cocinar nuestro asado en una parrilla de carbón o de gas, pero nosotros te recomendamos la primera opción, ya que permite controlar el fuego, subiendo o bajando la parrilla. Es muy importante utilizar una buena parrilla que tenga espacio suficiente. Por otro lado, evita el carbón prensado y utiliza carbón vegetal, pues, aunque no se enciende tan rápido como el primero, la intensidad es mayor y constante.
Para prender la parrilla, pon papel en el centro del fogón y dale fuego. Espera una media hora para que el carbón esté en su punto ideal. Una vez este en color rojo, distribúyelo por toda la parrilla.
¡Ya tenemos el fuego listo, ahora a cocinar nuestra carne! Hay que tener en cuenta que cada pieza tiene su tiempo de cocinado específico, y que algunas se comen más cocidas o más crudas. Nuestra sugerencia es que se empiece con los filetes de res, sin cocinarlos demasiado por cada lado. Después, podemos seguir con las chuletas de cerdo o de cordero, que necesitan de más tiempo. Pero siempre, sin pasarse. Una vez tengamos esas piezas sobre las brasas, ya podemos colocar el resto, los chorizos, las morcillas y el pollo. ¡Que no se queden más de 8 minutos sobre el fuego!

Si te gustan los alimentos jugosos, puedes sellar la carne: poner la pieza sobre la parrilla menos de 5 minutos y darle la vuelta, esperar otros minutos más y cuando veas que la carne adquiere un color café, concluirá el proceso.
Una vez hayamos hecho eso, mantenemos nuestra comida fuego lento durante 40 minutos más. Siempre vigilando, por supuesto. Considera que a cada persona le gusta comer la carne a un término distinto, pero si realmente quieres disfrutar de un auténtico asado, como lo hacen los expertos en Argentina, tienes que saber que el punto ideal es entre medio y tres cuartos, cuando la carne está un poquito rojiza o rosada por el medio. Hay quienes prefieren la carne más cocida. Sin embargo, una carne muy asada pierde toda la consistencia, el sabor y la proteína.
Otro aspecto muy importante es mantener el fuego lento siempre. ¿Cómo saber si estamos cocinando a fuego lento? ¡Muy fácil! Pon la mano sobre la parrilla y si eres capaz de contar hasta 10 sin quemarte, habrás conseguido la temperatura perfecta.
Calcula que el tiempo de la cocción total es de aproximadamente una hora y 20 minutos. Lo importante es que las piezas con hueso suelten toda la sangre y el resto tengan cierto color oscuro.
¡Ya tenemos nuestra carne! Ahora, ¿con qué la acompañamos? Hay muchas opciones para las guarniciones. Una opción fantástica es cocinar verduras salteadas con la misma técnica del asado. Le puedes poner, berenjena, zanahoria, espárragos, pimientos, unas deliciosas cebollitas de cambray, unos nopalitos o jitomates. Otra opción espectacular es acompañar la carne con papas doradas con cebollitas y tocino. ¡Ya verás que bueno te queda! Para los que nos gustan el picante, siempre podemos añadir, además, unos buenos chiles toreados….
Uno de los trucos del asado es saber qué hacer, pero también lo que no hacer. Hay mucha gente que corta la carne para comprobar el punto de cocción del fondo. ¡Esto supone un gran error que te recomendamos no hagas! Por la zona de ese corte se perderán los jugos del interior de la pieza, que son los que hacen que el producto final nos resulte tan jugoso. Si cortas la carne, corres el riesgo de obtener una carne seca, ¡especialmente el chorizo!
Otra cosa que debes evitar es poner la carne congelada directamente sobre la parrilla, teniendo como resultado un asado duro que arruinará tu plato. Lo mejor es meter la noche anterior la carne al refri para que vaya descongelándose despacio y a su tiempo para el día siguiente. Por último, evita servir el asado en bandejas metálicas, pues la carne se enfría muy rápido y el asado no estará tan bueno. Lo ideal es servirla sobre una tabla de madera, que conserva mucho mejor el calor.
Ya conoces todos los detalles para cocinar tu plato. Recuerda que para hacer un buen asado lo más importante es tener paciencia. Cualquier cosa que hagas para acelerar el proceso, acabará estropeando el asado, con una carne sin sabor.
Así que todo a su tiempo, ¡ya verás cómo con paciencia y mucha dedicación consigues el asado perfecto y conquistas a todos tus invitados con tu arte culinario!